Todos los días en nuestra clase se dan muchas situaciones.
Situaciones que pueden considerarse rutinarias o extraordinarias según los ojos que los miren.
La semana pasada traje a clase dos puzzles de cuando mis hijos eran más pequeños.
Les dije a nuestr@s chic@s que quizás eran un poco difíciles, que tenían muchas piezas ( uno de ellos 104 piezas ) y que no sabía si podrían hacerlo pero que lo dejaba en el rincón de los juegos por si querían intentarlo.
El viernes en el rato de rincones muchos decidieron intentarlo.
Estuvieron mucho rato, trabajando en equipo, dándose cuenta de que si uno se llevaba las piezas, el puzzle no avanzaba, hablando entre ellos, poniéndose de acuerdo.
Había una gran emoción en el ambiente...
¡Yoly si que podemos hacerlo!
¡Yoly que vamos a acabar el puzzle!
Y en equipo acabaron el puzzle, y una foto y sus sonrisas representa estos momentos ( me pidieron que la hiciera y la subiera al blog, para ellos esto era un momento muy importante )
Creo que la imagen lo dice todo...
Estaban orgullosísimos de su gran trabajo y de haberlo hecho juntos, y yo me siento súper afortunada de poder disfrutar de sus hazañas.
Está claro que juntos trabajamos mucho mejor.
Que emocionados están!!!! Pablo nos lo contó nada más salir de clase. Bravo por esos peques!!!!!
ResponderEliminar¡Qué caras de felicidad! Sergio también nos lo contó el viernes súper contento, nos dijo que Yoli había alucinado, jeje.
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